La compañía japonesa está empeñada en su particular ‘misión imposible’ contra el reciente hackeo de la consola de videojuegos Play Station 3 que posibilita la ejecución de software no firmado y la carga de copias de seguridad de juegos. Así, tras la implementación de medidas tecnológicas a base de nuevos firmwares y la interposición de demandas judiciales contra PSjailbreak, está ampliando las medidas legales contra clones como PSGroove, PSFreedom y OpenPSJailbreak.
Sony expande las acciones legales contra los creadores y distribuidores de PSGroove, PSFreedom y OpenPSJailbreak, clones del original PsJailbreak, el dispositivo en forma de llave de memoria USB que permite ejecutar software de terceros no firmado (homebrew) y a la carga de copias de seguridad de juegos.
Un dispositivo cuya distribución ha logrado frenar a la compañía al menos de forma cautelar en mercados como el australiano, alemán, estadounidense o español con interposición de demandas judiciales, y espera lograr lo mismo con sus clones.
Puede ser que Sony pare el ‘negocio’ en torno al hackeo pero no podrá evitar el jailbreak de la consola desde el momento que el usuario puede crear su propia herramienta para conseguir lo mismo a través de múltiples dispositivos, desde pendrives a smartphones, mediante métodos a disposición de cualquiera en Internet.
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